En el Diario La Prensa del día de hoy sale la siguiente noticia "Magistrados de la Corte vestirán toga", dizque para realzar la solemnidad de su Magistratura, no les parece ya suficiente los solemnes salarios, fueros y privilegios que ya ostentan, primero van a pedir togas despues van a salir que necesitan las pelucas. Quiero que sepan algo LA TOGA NO LES VA DAR MAS STATUS, recuerden que el hábito no hace al monje.

Si tanto quieren ustedes togas paguenselas ustedes mismos sin derecho a reembolso, no veo razón por la cual el pueblo panameño tengo que pagar por los desafueros y complejos de magistrados que quieren andar por ahi muy prêt-à-porter. Al paso que vamos terminaremos dirigiendonos a los jueces y magistrados como Vuestra Excelencia o Vuestra Señoría, en otros países, en Panamá todavía no, veo a jueces encantados con las medallas y las togas; en algunos países, con las capas de armiño. Todo esto sobra. La Justicia en una sociedad democrática demanda un contexto distinto, prescindiendo de esta parafernalia.


Claro que la impulsadora de esta desaforada idea es la Sra. Graciela Dixon, que verguenza, aun me acuerdo cuando al "DIZQUE" guardaespalda de ella se le salió un disparo en una agencia de Cable & Wireless en Albrook Mall hiriendo a 5 personas, después de todo en que habrá quedado ese incidente? MMMM... siendo Panamá como es lo más probable que ya se le echo tierra a eso, me da verguenza ver como una Sra. como Graciela Dixon impulsa este tipo de proyectos y en el fondo de su oficina podemos observar una foto de MARTIN LUTHER KING, "I Have a Dream...", Sra. Dixon Cuál es su sueño?. Si realmente usted hiciera lo mitad de lo que el Sr. King hacia este país sería "PUNTO Y APARTE".

"A los jueces, la retórica los distancia de los ciudadanos. El juez debe ser un sujeto prudente, discreto, que no tenga más protagonismo que el que corresponda al caso concreto. El juez personaje es una forma de enfermedad de la democracia"." Perfecto ANDRES IBAÑEZ. JURISTA

Para como se ven las cosas en este país nos va a pasar lo mismo que le sucedió a Roma, El glorioso Imperio Romano no desapareció por las Guerras o por lo democrático que era, o por débil, sino porque acabó corrupto hasta la médula.